Alberto de la Torre Mayado

Alberto de la Torre Mayado

La conversación con Alberto de la Torre Mayado @albertomayado (Zamora, 1974) transmite una inquietud intelectual y filosófica, pero, sobre todo, positividad, optimismo y seguridad.

Rodeados del orden y la belleza de su estudio, donde sus obras conviven con las de artistas de renombre, hablamos de realidades paralelas, cosmología, las energías que nos rodean, el karma, los espacios invisibles… También de la influencia de su padre, el artista Alberto de la Torre Cavero (1938-1985), y de su pasión por el estudio de los pensadores modernos, la lectura y el cine, fuentes inagotables de su inspiración artística.

Pintor y escultor, estudió en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca.

Su trabajo se caracteriza por una visión dualista del objeto pictórico, en la que la única certeza posible es la dimensión del engaño. Todo es fruto del estudio, la contemplación, la reflexión y el instinto (“el arte se gesta en el instinto”).

Más allá de la estética, a través de sus obsesiones personales —la botánica, el reino de los insectos, la figura humana, la psicodelia, la ciencia ficción—, nos propone un viaje entre lo científico y lo metafísico. Sus paisajes abstractos, imágenes inexplicables alteradas por la memoria, presencias imposibles y realidades oníricas desconcertantes, invitan a descifrar lo incomprensible a través de la reflexión sobre lo real, lo imaginario y lo simbólico. Sus narraciones son, al mismo tiempo, un desafío y una revelación.

El mundo imaginario de sus obras me recuerda a las entidades fantásticas, entre lo mineral, lo vegetal y lo humano, de Aniquilación, el libro de Jeff VanderMeer.

Alberto muestra y oculta, buscando desconcertarnos con lo que se esconde tras lo aparente. Juega con el tiempo y el espacio. Nos pierde para que nos encontremos. Utiliza nuestro asombro como motor de reflexión. Lejos de incomodarnos, nos sumerge en la belleza estética de sus espacios irreales y en los infinitos detalles, perfectamente dispuestos en un caos ordenado. Nos anima a dejarnos llevar por las conexiones orgánicas y filosóficas que subyacen en todo cuanto nos rodea.

Estoy deseando disfrutar con vosotros de la obra de Alberto. Y será pronto…

Feliz día.

T.A.

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