No pretendo descubrir aquí ningún misterio, ni dar respuesta a las muchas cuestiones (algunas casi metafísicas) que, desde siempre, han existido en el mundo del Arte. Pero me gusta escribir sobre algunas de ellas aunque sólo sea para compartirlas. Creo que hay casi tantas opiniones como personas sobre la pregunta de si el artista nace o se hace. Para contestar a esta pregunta creo que la clave está en saber qué es un artista. En una definición amplia, hablamos de artista para identificar a toda persona que hace algo especialmente bien; así, hablamos de artistas de la pesca, del balón o consideramos un artista a un cortador de jamón que domina el cuchillo. Frente a esta definición general, en la que el arte se identifica con la técnica, cuando nos referimos al artista como creador de obras de arte, a la idea de que hace algo especialmente bien se le añade otra, que es la capacidad de hacer sentir a los demás con su trabajo. Lo que diferencia al “artista del Arte” es su necesidad de expresarse a través de su obra, de compartir su mensaje y de producir sensaciones al espectador. El “artista del Arte” tiene una habilidad especial, un talento, que es dotar a su creación de un poder especial, de un aura (como os contaba hace unos días que lo definía W. Benjamin), que sólo las obras de arte tienen. La técnica, puede aprenderse con estudio, trabajo y tesón, aunque algunos privilegiados necesitan poco estudio y trabajo porque nacen con esa habilidad. Pero la capacidad de comunicar y hacer sentir a los demás con tu trabajo es algo que no se aprende sino que el artista lleva dentro y que, de repente, se manifiesta al mismo tiempo como un talento y, en muchas ocasiones, como una necesidad. Todo buen artista del Arte debe dominar la técnica, pero ésta tiene un valor esencialmente instrumental. La técnica, por sí sola, permite crear cosas bellas, hacer cosas especialmente bien; pero para que esas creaciones adquieran la condición de obra de Arte, el artista necesita del talento de incorporar a las mismas su mensaje y sentido. Y no sé si con ese talento se nace o surge en un momento de la vida, pero creo que es algo que no puede aprenderse. Feliz día.