Esta semana he visitado el Chico.
Me recibió Javier Aparicio que dirige y gestiona el espacio. Javier cuenta con una trayectoria larga y sólida: comenzó en Travesía Cuatro, en Madrid, durante 8 años; después, tras un periodo como independiente en Argentina, en 2013 abrió la sede de Travesía Cuatro en Guadalajara (México); durante varios años ha llevado la gestión artística del Circo del Sol, mientras trabajaba para una consultora de arte de Estados Unidos… Y esa experiencia se nota.
Lo que más me gustó de nuestra charla fue su transparencia sobre su gestión, valores y expectativas. Creo que la relación transparente con los artistas es la base del éxito.
Junto a la calidad de las exposiciones, el Chico cuenta con dos elementos auténticamente diferenciales:
– El apoyo al arte emergente, que no queda en una mera declaración sino que se materializa en acciones concretas. Con la residencia Ladrón de Guevara en Guadalajara (México), busca potenciar la internacionalización de sus artistas, tendiendo puentes e intercambiando experiencias. Además, organiza anualmente la exposición Adentro/Afuera, exclusiva para recién graduados en Bellas Artes, en las que no sólo presentan sus trabajos como ejercicio académico sino, más importante, empiezan a conocer cómo se mueve el mundo en el que desarrollarán su vocación. Javier sabe que hay que acompañar al artista desde el primer momento.
– El convencimiento de que, también en las artes plásticas, la palabra es esencial. Dentro de su programa se incluyen debates, charlas, reuniones… y se “da la palabra” al artista como aspecto clave para potenciar las exposiciones. El uso del podcast como un elemento natural más de las exhibiciones es algo novedoso y enriquecedor, un absoluto acierto. Podéis comprobarlo escuchando las interesantes entrevistas a artistas, galeristas, escritores y personalidades de la cultura que tienen en su web.
Gracias a Javier (y a Chata) por la hospitalidad.