Teoría del Arte

por Ana Melo

Jorge Palomo

Jorge Palomo

En el estudio de Jorge Palomo reina la calma, el orden y la belleza; todo está impecable.

Jorge, arquitecto de profesión, ha encontrado en su vocación artística la conexión perfecta entre arte y arquitectura, siendo sus cuadros y esculturas auténticas construcciones arquitectónicas fruto de un extraordinario desarrollo creativo cargado de técnica, el uso de materiales de altísima calidad y una ejecución pulcra, minuciosa y detallista. El resultado de todo ello son obras grandiosas que no dejan indiferente a nadie.

Desde hace algo más de tres años Jorge comenzó a lo que él llama “sacar las líneas del plano”, idea esencial que materializa en toda su obra.

En sus cuadros, las líneas tridimensionales conforman unas estructuras espectaculares en las que, por el efecto de la luz y su movimiento, las sombras van creando una realidad viva, proyectando líneas, creando espacios y rellenando vacíos. Las líneas rectas, formando ángulos de todo tipo, generan profundidades y volúmenes perfectamente delimitados que, en ocasiones, se llenan de colores que ensalzan aún más la magia de las obras. Al contemplar sus obras te vienen a la memoria algunas técnica artísticas orientales, como el origami o el kirigami y, como esas artes, la obra de Jorge transmite serenidad, tranquilidad y paz.

Esta misma “visión arquitectónica” se aprecia en sus esculturas, en las que materiales como la piedra o el mármol quedan atrapados por las líneas de acero que gobiernan el conjunto.

Jorge Palomo es uno de los artistas a los que menos justicia le hacen las fotos; tenéis que ver su obra en vivo.

En mi visita, Jorge me enseñó los cuadernos que conserva desde hace ya 15 años con sus dibujos y bocetos y, sinceramente, son oro puro.

Viendo su obra no queda ninguna duda del porque ha recibido tantos reconocimientos a su trabajo, tanto en el ámbito de la arquitectura como en su faceta artística.

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