Silo de Hortaleza (C/Mar de las Antillas, 14. Hortaleza. Madrid).
Del 17 de mayo al 27 de junio.
De lunes a sábados de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.
La luz, elemento esencial en todas las artes plásticas, reina y se eleva sobre todas las disciplinas y técnicas artísticas como elemento clave para dotar a las obras de volumen, peso, masa, claroscuros, etc. Además de los mundos sutiles como las sensaciones, las emociones, los significados…. Todos ellos dan sentido y dotan de vida a las creaciones.
Pero es en el light painting donde la luz, junto con su alter-ego, la sombra, adquiere por sí misma la condición de objeto artístico, y su interrelación con el tiempo y el espacio, el medio de manifestación artística.
En el “Arte de Luz”, espacios desconocidos e inasequibles desaparecen en el mismo momento que quedan representados en la creación. La luz nace y muere en la obra, en la que queda plasmado el rastro de lo que fue la realidad fugaz generada por el fogonazo vital.
Son construcciones sutiles, livianas pero consistentes, sin inicio ni fin definidos pero melodiosamente armónicas. Un único elemento vivo y libre que, al manifestarse, esculpe la oscuridad generando imágenes mágicas que nunca volverán a repetirse.
A la anarquía de la luz se opone el artista, como quien se enfrenta a un gigante, solo con el talento en su mano y su ojo. Y en un descarnado y misterioso ejercicio artístico y científico, con la pretensión de domeñar y guiar en el espacio hasta generar arquitecturas inmateriales y oníricas que explotan en nuestra mente, crea un sinfín de emociones e interpretaciones.
“IN MEMORIAM VERNAL” es el trabajo de experimentación con la luz de los artistas PAJ52& caraAcara.
La luz lo es todo; no hay nada más que luz y sombra con sus negativos puros. Sin intervención de ninguna naturaleza, los artistas nos transportan a lo ignoto, a una realidad que ya ha desaparecido pero cuyas formas persisten y nos sumergen en un universo mágico espacio-temporal, mientras reflexionamos sobre la belleza de lo efímero.
El genial uso de este sortilegio lumínico genera algo especial en nuestras mentes. Los vórtices que nos reciben en la primera de las salas (la planta sexta del Silo) preparan nuestra psique para este viaje. Los haces de luz nos muestran el camino hacia lo nunca descubierto que encierra la segunda de las salas (en la planta quinta). Allí, las explosiones lumínicas conforman una experiencia en la que, sin perder la conciencia del lugar en el que nos encontramos, nos trasladamos flotando en una atmósfera irreal y puramente sensorial.
Estamos frente a obras únicas, originales e irrepetibles.