Teoría del Arte

por Ana Melo

David San Francisco

David San Francisco

David San Francisco @david.sanfrancisco.art me ha enseñado una forma nueva de percibir el Arte. Frente a mi idea del Arte como algo emocional, David me ha descubierto un aspecto más científico.

Su propuesta nace de la contemplación del paisaje urbano: murales y paredes, posters, grafitis, con sus imperfecciones y desgaste, son elementos que absorben la realidad social que los rodean. Una realidad distinta para cada espectador, pues está construida sobre sus propias experiencias, tanto personales como compartidas.

Partiendo de la necesaria participación intelectual del espectador en el resultado artístico, David nos presenta unos cuadros con fondos ambiguos, sin contenido narrativo previo, en los que la milimétrica ubicación de los elementos (los pesos visuales, los vacíos, las líneas) y el uso de los colores y materiales (resinas, diluyentes…) genera un espacio que invita al espectador a desplazarse intelectualmente, entrando y saliendo a través de la ruta marcada, hasta generar en su mente el resultado.

Desde un lenguaje estático, como la pintura, se genera un conocimiento dinámico, actual y actualizable, en la mente del espectador, que completa la obra en base a sus propias circunstancias (que también son actuales y actualizables).

David concibe sus obras como catalizadores de experiencias, herramientas llamadas a generar conocimiento en el espectador a través de la relación entre ambos.
Esta idea, profundamente desarrollada en su tesis doctoral “La integración del espacio en el lenguaje pictórico contemporáneo”, es el núcleo de su trabajo actual.

Muy interesado en el resultado creado, David busca la interacción con el público tras el ejercicio intelectual, pues el espectador debe hacer el “viaje” sin condicionamientos previos.

La perfección que persigue en su trabajo exige controlar todos sus aspectos, desde la creación de los soportes hasta la profunda investigación de sus efectos. Me cuenta que, cuanto más hace uno mismo, más conoce y controla su creación. Y así se lo transmite a sus alumnos de la facultad.

Una propuesta que enriquece al espectador hasta un punto difícilmente imaginable. Hay que experimentarlo para sentirlo.

Feliz día,

T.A.

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